Mis padres, para bien o para mal, nunca sembrarón en mí la creencia de santaclos o reyes magos y ni de ningún animal ficticio al que los demás niños pedían cosas.
A pesar de todo, esto siempre me resulto ventajoso, cada que ibamos a comprar regalos, yo podía escoger lo que más me gustaba, siempre y cuando estuvieran dentro del presupuesto(mi niñez fue en los 80, que fue de crisis, así que había que ajustarse) casí me iba pando.
El único trauma que tengo de las navidades fue que nunca tuve tres cosas, un keytar, unos GI Joe y un juego de quimica; pero que diablos, shit happens! Sin embargo no dejo de imaginar que yo hubiera sido un ejemplo de vida al ser un gran quimico durante el día y un rockero por las noches... salvaría todos los días al mundo con mi conocimiento en quimica mientras rockeaba duro con mi keytar, pero lastima mundo, no se te hizo.
Con todo y el detalle de los regalos y las tragas epicas del 24, el recuerdo más entrañable que tengo es el de despertar temprano el 25 a ver las caricaturas que pasaban... de Dr Seuss el grinch y los huevos verdes con jamón, la navidad de charli brown y su pino que era una ramita, a la distancia, lo que más recuerdo es el doblaje, nada como charlie brown diciendo "que atroz!" con esa voz medio afeminada que le ponían.
También recuerdo una pelicula que ponían en esas fechas, era de un niño en los 50 que quería de navidad una escopeta de aire y que todos le decían que no porque se sacaría un ojo, hasta santaclos se lo dijó mientras le daba una patada en la cara, la pelicula la narraba el mismo protagonista de adulto... algo así como en los años maravillosos, recuerdo que el papa se ganaba una lampara en forma de pierna de mujer y al final terminan comiendo pato, si algún día la veo en el mix up la comprare.
En fin, navidad ya no es lo que solía ser, pero son cosas de la vida, supongo.
