Sep 10, 2008

La alarma en Monterrey

Ayer estuve platicando con mi papa acerca de un artícluo que había salido en el norte el domingo pasado, ahi estaba copiado y pegado una cadena que hace recomendaciones para protegerte contra un posible secuestro.

Los consejos son bastante paranoicos, ya que recomiendan no usar el telefono en la calle, que entres corriendo a tu carro, que no estes a menos 6 metros de nadie en la calle y que si te secuestran es muy probable que te mueras a menos de que siempre traigas mil pesos en efectivo y ningún papel o tarjeta o credencial o lo que sea.

Dicha platica, con mi papá, se volvio discución al tiempo que yo tachaba esta cadena como spam asustapendejos(nunca use ese termino frente a mi progenitor) y él defendía el tema diciendo que eran una manera de alertar. Después de estar así un buen rato ni yo lo convencí a él ni él a mi. Cada quien sus opiniones, chingado, sin embargo me puso a pensar en otras cosas.

Porque siempre que hay una ola en mi ciudad(quiero creer que es algo local) como pueden ser alcoholités, emos golpeados, crimen organizado, etc, siempre empiezan las alarmas amarillistas?

Ahora que esta de moda los secuestros(quiero decir que no estoy minimizando el problema, pero al tacharlo como moda es más fácil digerir el concepto) lo primero que hacen los medios es vender amarillismo(como con aquel artículo contra facebook y hi5) y dedicarle varias columnas a una cadena, a un link a youtube y un vergonsozo etc, que estoy más que seguro que haría reprobar a cualquier estudiante de periodismo.

Sin embargo, desde hace tiempo, una alarma vende más que una alerta, porque si existe el problema, los medios no dicen:
"Hagan una denuncia anonima a tal número"
"Si ve que alguien es victima de un asalto, ayude, grite, haga bulto HAGAN ALGO CON UNA CHINGADA!"
Porque no pasa eso, porque una llamada a tener miedo y no una llamada a actuar, porque??

Me tiene harto esta situación, donde preferimos(si, me incluyo y me doy asco, asi como me dan asco a los que les haya caído el saco) callarnos y "protegernos" en lugar de actuar y evitar seguir estando atrapados en algo que nosotros mismos provocamos.