-No tengo hambre -logró decir Case. Le habían freído el cerebro. No, pensó, lo habían arrojado sobre manteca caliente y allí había quedado mientras la manteca se enfriaba: una capa de grasa, opaca y espesa, se le había formado entre las circunvoluciones, atravesadas aquí y allá por destellos de dolor verde-violáceos.
Justo así me siento en este momento, justo así me he estado sintiendo ultimamente... con una extraña mezcla de aburrimiento, cansancio, desgano e indiferencia... Es una sensación similar a la que tengo después de despertar y se esta modorro, con el cuerpo adormecido, sin saber muy bien que hora es y preguntandose cuanto tiempo estuve dormido, además, con la mente corriendo tan rápido intentando hilbanar ideas acerca de lo que pasó el día anterior, lo que hay que hacer ese día... con una sensación de que todo debería resolverse al instante en que es pronunciado y sin embargo hay que hacer ese primer movimiento, levantarse de la cama y sin embargo no se puede.
Necesito recuperar el interes en la cotidianidad.
