No hacia falta resaltar lo obvio, bastaba con abrir cualquier periódico en cualquier parte delmundo para saber que todo estaba por terminar.
Señal tras señal se hacían presentes, era sencillo suponer que Dios realizaba los preparativos, aun y cuando todas se presentaban de una forma por de mas críptica, hubo una que aparecía de manera muy literal.
Dios envió a sus ingenieros a preparar el juicio final, creo una brecha para conducir los mares y encaminar al leviatán a su ultima morada. La gran bestia se rehusaba a cumplir con su destino, una cruenta batalla inicio, fue devastadora y la tierra entera fue el lugar donde sucedió, al final las huestes celestiales guiaron al leviatán a su ultima morada.
Y vio Dios que todo estaba listo y quiso iniciar el juicio cuando escucho los lamentos de sus hijos, la batalla del Leviatán había traído consecuencias que el nunca pensó, la destrucción causada superaba con creces sus planes originales.
Oyendo las lastimeras suplicas por piedad de sus hijos, Dios, en su infinita misericordia, reflexiono y perdono todos sus pecados.
El leviatán fue liberado de su destino, pero ahora habitaría el lago creado para ser su ultima morada, sin embargo, ingenieros celestiales fueron nuevamente enviados e hicieron de esta morada un lugar mas confortable.
Lucifer, testigo de éste acontecimiento, medito sobre lo ocurrido en la tierra, y en su eterna ironía envió mercadologos y publicistas a la morada del leviatán, levanto hoteles y organizo paseos, y los hijo de Dios se acercaron a contemplar al leviatán al principio temerosos, pero después aceptaron la nueva atracción. Habiéndose Dios enterado de estas acciones, quiso demostrar nuevamente su ira, pero se detuvo, observo nuevamente el regocijo en sus corazones y Dios, en su infinito amor, compro una camiseta.